Meditación
¿Qué es?
Se suele diferenciar yoga de meditación como si fueran cosas diferentes, y sin embargo no hay yoga sin meditación y no hay meditación sin yoga si entendemos el verdadero significado de unión. Si nos atenemos a la descripción de los textos tradicionales, la meditación sería el objetivo principal de nuestra práctica, ya que ello nos llevaría al verdadero estado de unión con lo que realmente somos.
- Yamas (códigos de conducta sociales)
- Niyamas (códigos de conducta personal)
- Asana (postura física)
- Pranayama (control o regulación de la respiración)
- Pratyahara (interiorización)
- Dharana (concentración)
- Dhyana ( meditación)
- Samadhi (supraconciencia)
La meditación se puede entender desde diferentes perspectivas y todas ellas pueden ser correctas: desde un punto de vista mental, es la practica que nos lleva a aprender a no dispersarnos y reunir la atención necesaria para que la mente se quede estable en un punto fijo.
Nuestro estado habitual en la vida cotidiana es de tener gran cantidad de pensamientos mientras a la vez estamos haciendo otras cosas no relacionadas con lo que en ese momento está en la cabeza ( imágenes, recuerdos de conversaciones pasadas, experiencias ya vividas, fantasías sobre el futuro…etc), cuando nos proponemos que la cabeza esté en el mismo sitio que el cuerpo comienza toda una odisea y nos damos cuenta de muchas cosas, como lo poco que “controlamos” por no decir nada nuestro proceso interno psicológico.
Entonces podríamos definir desde el punto de vista meramente mental, que la concentración es el conjunto de técnicas que se utilizan para centrar la mente en una sola cosa por ejemplo: la respiración, una imagen, un sonido… etc, y que se le puede llamar meditación cuando esa concentración tiene una duración mantenida de al menos 144 segundos. (12 dharanas = 12 segundos 12×12).
Sin embargo desde un punto de vista más profundo la meditación sería una alquimia, una transformación, un contacto con nuestra esencia verdadera, con nuestro auténtico Yo-Alma que nada tiene que ver con el “yo”-ego y en algunos casos tenemos atisbos de esta constatación interior sin necesidad de practicar ninguna “técnica de meditación”.
Atisbos de meditación son cuando eres plenamente consciente con los cinco sentidos en el mismo lugar en el que estás sin pensar en nada más, atisbos de meditación es sentirte pleno sin dudas ni referencias del pasado ni del futuro, meditación sería estar tan a gusto en tu piel que notas estar presente, meditación sería contemplación pura con la mente limpia y clara como el cristal, sería tener la cabeza ausente de pensamientos y al mismo tiempo el corazón rebosante de serenidad, no es un trance en el que pierdes la noción de todo sino al contrario, es un encuentro con tu existencia más real, la meditación es estar con los pies en la tierra rozando el cielo, atisbos que todos hemos sentido sin sentarnos en la posición de meditación. ¿cuándo?
En un momento de vacaciones, mirando al mar, en un momento de conversación con un amigo de verdad o un ser querido, en un momento de contemplar un espectáculo bello, un paisaje, un cuadro, un monumento….
Entonces ¿por qué o para que meditar?
Practicar las técnicas de concentración que es a lo que todo el mundo se suele referir cuando se dice “yo medito” es necesario para que la mente que está siempre saltando de una cosa a otra se pueda centrar progresivamente en el momento presente.
La “conciencia/continente/cielo” está llena de pensamientos y emociones que son la “mente/contenido/nubes” para que sirva de ejemplo utilizamos estos símiles.
Nuestra cabeza nunca está “despejada=cielo” salvo en las ocasiones anteriormente mencionadas y eso hace que interpretemos todo lo que nos sucede a través de nuestros propios filtros que están totalmente condicionados por creencias, miedos, temores que se perpetúan con el permanente run-run ( el estar pensando todo el día, sin parar = nubes y nubes).
Con el yoga a través de la sentada en meditación, dejamos que esa vorágine que llevamos interna se reordene para poder estar más presentes en el aquí y ahora y eso hace que con constancia y tiempo genuinamente se produzca un cambio psicológico, lo que antes funcionaba de una forma mecánica, se iría poco a poco limpiando y despejado de “nubes” y con ello una visión de la vida más autentica ya que la veríamos sin distorsión.
Algo tan maravilloso como tener esta posibilidad a nuestro alcance se convierte en agua de borrajas debido a que muchas personas comienzan a meditar con muchas expectativas, esperamos de la meditación que nos proporcione paz al instante, esperamos que nos borre de un plumazo todos los pensamientos negativos, algunos hasta esperan tener bonitas visiones, queremos que la meditación sea inmediata como tomarse una pastilla y notarlo al poco rato, y sí a esto añadimos que nos cuentan que hay que estar mucho rato inmóvil en una postura incomoda que acaba siendo dolorosa echamos al traste nuestras buenas intenciones abandonando la práctica de meditación ya que es algo que no me hace el efecto que yo deseo, me produce aburrimiento, sueño y se me duermen las piernas además de molestarme la espalda.
Aunque la tradición nos dice, que la postura es necesaria para que la energía se mantenga estable y que es inadmisible meditar de otra manera, también hay personas que han realizado su practica en una silla o sentados sin cruzar las piernas de una manera más cómoda y gracias a eso no han desistido pudiendo así también beneficiarse de la meditación.
Si tú que estás leyendo esto nunca habías meditado porque no te resultaba atractivo por este motivo, puedes estar muy tranquilo que no es la única opción.
¿Qué técnicas utilizamos para la practica de la concentración/meditación?
El yoga nos da multitud de herramientas y métodos para hacer que esta concentración se lleve a la práctica: respiración, el propio cuerpo a través de recorridos psíquicos con mantras, chakras, yoga nidra, antar mouna, trataka, ajapa japa…
Se puede meditar en cualquier cosa que nos sirva como objeto, ya que tú eres el sujeto que observa dicho objeto por ejemplo una imagen como yantras o mandalas, un símbolo interior que nos sirva de referencia para no perdernos, sería como el faro que hace que lleguemos a buen puerto sin extraviarnos del camino.
Para principiantes es importante tener una referencia, un ancla a lo que “agarrarse” para no deambular, evitando así fantasías y somnolencias.
Aun así la mente que está acostumbrada a ir por libre nos zambullirá una y otra vez en múltiples distracciones, es normal y no hay que estar tratando de evitarlo a base de esfuerzo porque sería como un perro que persigue su propio rabo.
La mente no puede controlarse así misma, hay que comprender que forma parte del proceso de purificación el encontrarse cara a cara con nuestro inconsciente, es sanador al cien por cien cuando se produce de forma espontánea sin luchas interiores ni resistencias. Cuando esto sucede de una manera progresiva, se traduce en el día a día en que tenemos una disposición diferente hacia los sucesos que nos ocurren. No se vive igual la misma situación si nuestra mente está serena.
Eso es básicamente lo que nos vamos a encontrar, toda una aventura de descubrimiento, Toda una aventura de saber como funciona nuestra cabecita a base de observación,
El principio puede ser frustrante, unas veces “parece” fácil otras no tanto, no se trata de que nos salga bien o mal como cuando se hace algo concreto. En la meditación no tiene sentido la frase “que bien he meditado hoy” . Simplemente es estar ahí intentando mantener la atención sin ninguna expectativa de logro, sin luchar con las distintas distracciones que surgen. Sólo así nos da la practica con el tiempo atisbos de felicidad, que se van ampliando poquito a poco hasta trasladarse en la vida cotidiana. Ello hace que todo se comprenda de otra forma, teniendo así la certeza de que la meditación es por sí misma una alquimia que lleva a la autorrealización personal.
¿Qué regalos nos ofrece la meditación?
- Reduce el consumo de oxigeno y la producción de dióxido de carbono.
- Reduce la constricción de los vasos sanguíneos, disminuye la presión sanguínea e intensifica la circulación.
- Disminuye los estados de ansiedad y tensión.
- Mejora la respuesta emocional ante los acontecimientos vividos.
- Equilibra la actividad del sistema nervioso.
- Desciende la frecuencia de las ondas cerebrales, predominando los ritmos alfa.
- Aumento de la creatividad, intuición.
- Profunda relajación física, emocional y mental.
- Mejora la calidad del sueño, ayudando a regenerar las células. Potencia el sentido común y la coherencia.
- Se disuelven bloqueos, fobias, complejos, miedos, traumas. Proporciona un estado mental claro, sereno y objetivo.
- Aumenta la percepción, atención y la presencia del aquí y ahora. Confianza y seguridad en uno mismo.
- Aumento de la espontaneidad y una actitud mental abierta y positiva.
- Desarrolla el conocimiento de uno mismo y experiencia de Ser.